Cuando se contrata un seguro, hay que tener muy en cuenta los capitales, es decir, la valoración en euros de lo que queremos asegurar. Esto establece una valoración correcta de los bienes que se aseguran y de los riesgos a los que nos exponemos. Por este motivo, no hacer una valoración concreta es muy peligroso.
Los bienes materiales tienen un valor objetivo por lo que se tienen que valorar de forma correcta. En cambio, en el caso de un seguro de vida o accidentes, el asegurado establece el valor por el que la aseguradora responderá en caso de producirse uno.
El peligro del infraseguro y el sobreseguro
Es mejor ejemplificarlo con el seguro del hogar. El inmueble es sencillo de establecer porque se establece el valor en función de los metros cuadrados. Las compañías aconsejan unos valores mínimos. Pero, en el caso de los bienes que hay dentro del inmueble, su valoración será valorada por el interesado. Aquí aconsejamos asegurar a la alza porque, asegurar por debajo de su valor real, supone caer en el infraseguro.
Por ejemplo, si el mobiliario está valorado en 50.000 euros pero se asegura por 25.000 euros, la aseguradora puede indemnizar en la misma proporción que se ha asegurado, por tanto, es una gran pérdida de dinero porque no se indemniza por el valor real del mobiliario.
En caso contrario, se puede producir el sobreseguro, cuando se aseguran los bienes por encima de su valor real. Al hacer esto, se paga más prima pero sin tener más cobertura. La ley impide que el asegurado busque el lucro injusto con su póliza. Además, la aseguradora siempre pagará el valor de lo dañado, nunca más.
Para evitar caer en el infraseguro y en el sobreseguro, aconsejamos dejarse asesorar por profesionales como en Ponsoda Correduría Seguros. Es muy importante tener las coberturas correctas para cada capital.
